¿Por qué tomamos malas decisiones económicas? Descubre cómo tus emociones pueden manejar la economía

 
¿Alguna vez te has preguntado por qué ocurren las crisis económicas, por qué suben los precios de repente, o por qué parece que los mercados "se vuelven locos" de la noche a la mañana? Durante siglos, la economía ha intentado convencernos de que las personas actúan de forma lógica y racional, siempre buscando maximizar sus beneficios. Sin embargo, George Akerlof y Robert Shiller, en su libro Animal Spirits, nos revelan que... la economía está profundamente influida por factores psicológicos como nuestras emociones y creencias.

Estos factores, que los autores llaman "espíritus animales" (tomado de las ideas de Keynes), explica fenómenos que los modelos económicos tradicionales no logran descifrar. Por ejemplo, ¿por qué nos dejamos llevar por el pánico en una crisis o por el optimismo desmedido en una burbuja financiera? La respuesta no está en los números, sino en la forma en la que percibimos la economía.

Akerlof y Shiller nos muestran cómo factores como la confianza, la justicia o incluso nuestra incapacidad para entender la inflación (algo que llaman "ilusión monetaria") influyen en nuestras decisiones y, por ende, en toda la economía a nivel macroeconómico. ¿Quieres saber cómo una sola narrativa, repetida hasta el cansancio, puede hacer que una economía colapse o resurja? Este libro lo explica con ejemplos claros y contundentes.

Pero no todo es optimismo. Este enfoque psicológico tiene detractores. Economistas como Milton Friedman o Friedrich Hayek defienden que los mercados, si se dejan a su aire, se autorregulan. Según ellos, confiar en que nuestras emociones impulsarán políticas económicas sólidas es, en el mejor de los casos, ingenuo. Además, se encuentran en las antípodas de las ideas defendidas por Keynes. Akerlof y Shiller no pretenden desbancar estas teorías, ni echar por tierra las ideas de estos economistas, pero tampoco las tienen en cuenta, pues para ellos la economía no es solo cuestión de fórmulas y estadísticas, sino que es profundamente humana.

Si alguna vez has sentido que tus decisiones económicas estaban más guiadas por el corazón que por la cabeza, este libro te hará reflexionar. Y si no lo has sentido, probablemente te hará cuestionarte cómo las decisiones colectivas de toda una sociedad pueden estar determinadas por algo tan intangible como la confianza.

En definitiva, este libro te enseñará que la economía no se trata solo de números o factores racionales, sino que factores como nuestras emociones y creencias tienen un gran peso en esta ciencia. Aunque este enfoque psicológico no explica todo ni nos ofrece soluciones definitivas, sí nos recuerda que detrás de cada gráfico y detrás de cada decisión hay personas con emociones. Poder entender esto hace que podamos tender hacia una economía más humana, y a mejores decisiones colectivas.

 

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